NO LLORES SI ME AMAS



No llores por mí.
No llores si me amas.
¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si por un instante pudieras contemplar como yo la belleza ante la cuál las bellezas materiales palidecen!
¿Me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme en el de las inmutables realidades?
Créeme, cuando llegue el día que Dios ha fijado y tu alma venga a este cielo al que te ha precedido la mía, volverás a ver a Aquél que siempre te ama, y encontrarás su corazón con toda la ternura purificada, transfigurado, feliz, no esperando la muerte sino avanzando contigo en los senderos de la luz.

Enjuga tu llanto y, si me amas, no me llores.

* * *
San Agustín