No hay por consiguiente ninguna diferencia entre sabios y locos...


"No hay por consiguiente ninguna diferencia entre sabios y locos y si la hay es desde luego con ventaja para estos últimos; primero porque su felicidad basada en una sola opinión, les cuesta menos, y segundo, porque esta felicidad es común a un mayor número de personas. Un placer que se saborea solo no es placer".


Erasmo de Rotterdam, en "Elogio de la locura".