¿El cielo estaba arriba o abajo?





Cámara lenta…

Neurosis… Lluvia.

Tic-tac.

Red.

- Alicia en el país de las Maravillas -

Y encima: fauna y flora contrariadas.

Abajo: siluetas + texturas + colores.

Y del lado derecho: colores irreales.

Enfrente: “una tormentosa Odisea de amor”.


Brincaba un poco, estaba maltratada, sobre todo del lado del pasado.
Al principio había un borrón, pero como era color rosa, sólo provocaba una suave sonrisa.

Las imágenes venían todas de golpe; eran diferentes. Pero lo importante eran los colores. Con ellos llegaban como oleadas los recuerdos, los deseos reprimidos, la nostalgia, y… el perdón.

    - ¿Somos o no somos?
    - ¿Qué?
    - Pues que si somos o no.
    - ¡Ya me aburriste!

Ayer se fue. No le pude decir que me hacía feliz.

Todavía brinca.

- Aún no me convences -

¡Claro que te recuerdo! Esta mañana te vi, parecías más pequeña y regordeta, te veías triste, como a punto de evaporarte. Pero aún así eras tú. ¡Cómo no reconocerte! si te veo a diario. A veces me agradas y otras no; pero siempre te he amado y trato de protegerte, de cuidarte, de no dejarte caer en ese abismo al que tanto le temes. Sabes que siempre estaremos ahí para ti, sí, dije “estaremos”, porque yo sola no podría salvarte. ¡Vamos bien, no te desesperes!..

¿Ves las piñatas?
¿te gustan?
¿qué?..
¿qué es eso?
¿cómo que te gusta más la poesía galáctica?
¿qué es eso?

    - Está loco. ¡Me encantan los locos! Míralo… mira cómo se desespera. No sé, en algo me recuerda a Dalí. Me gustan los poetas. Me gustan esos locos. Me gusta la forma en que encaran a la vida.
    - ¡Dices cosas tan raras! Raras… ¡já! “raras”... ¿Por qué no regresas? Ya te dije que no puedes vivir en el infinito. Sería muy difícil. Dicen que podrías perderte. El infinito no es para los mortales y tú, desgraciadamente, todavía eres mortal. Siento mucho decírtelo, pero es así, no eres más que un ser humano con aspiraciones de ángel.

Ven, si quieres puedes seguir jugando con las palabras y coleccionando sentimientos. Ya entendí que así es tu vida y que sólo a veces apareces aquí donde habitamos los seres “normales”. Los que nos atenemos a lo material y cohabitamos el egocentrismo.

¡Ya, ya!, no me lo vuelvas a decir, ya sé que detestas lo limitados que somos nosotros; que piensas que estamos muertos y nos conformamos con seguir en este Purgatorio, mientras tú vas y vienes entre el Paraíso y el Infierno.

Sí, sí, está bien, ya te entendí. Pero… ¡por favor!.. ¡regresa ya!.. Necesito que lo hagas, para que entonces yo pueda despertar y, como todos los días, irme a trabajar.


* * *

Maia Alicia
concienciadiamante@yahoo.com.mx


Arte digital: Marcela Ferra Rosales
concienciadiamante@yahoo.com.mx


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