En el despertar



Me siento tan frágil que temo romperme al despertar. Creo que no aguantaría el eco de un suspiro más, ni el lastimoso desliz de otra lágrima por mi mejilla. Sé que las comisuras de mis labios se van a desmoronar, no responderán a la orden de sonreír; ahora están bajas, inmóviles, perfumadas en la oscuridad.

El otro día soñé a una mujer disfrutando de un día hermoso en medio del campo, reía plena de libertad, y cuando lo hacía, el aire se llenaba de extraños sonidos armónicos, vigorosos y centellantes. Uno de los destellos cegó momentáneamente la escena y se introdujo el vértigo. Poco a poco se restableció la visión prefigurando un escenario sin gravedad en el que una imagen translúcida habitaba. Era una muñequita triste con un vestido blanco, pude verla por poco tiempo pues iba disolviéndose progresivamente en medio del rocío que escapaba de sus ojos color agua.

Entonces desperté y te nombré, pero nunca respondiste. Pensé que estarías dormido y quise soñarte junto a mí, quise que me soñaras soñándote; pero mis alas estaban tan débiles que no te pude alcanzar. Me perdí entre pesadillas, ensoñaciones y mensajes del subconsciente; no pude elevarme a la altura adecuada y finalmente el plasma me arrastró hacia un laberinto del cual no he podido salir.

En medio de este tiempo sin tiempo tan sólo me ronda un deseo: volver a nacer y encontrarte en el pasado, llegar en el momento preciso a tu vida y no permitir que nuestro futuro sea como fue… quiero penetrar tu sueño y reconocernos en el despertar.

Despierta en mi sueño me siento fuerte, me siento libre, dueña de mí. Despierta en mi sueño mi deseo se vuelve realidad. Pero por ahora la impotencia me paraliza, y es que hace ya un buen rato que no puedo dejar de soñar que sueño lo que sueño, y además, me siento tan frágil que temo romperme al despertar.


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Maia Alicia
concienciadiamante@yahoo.com.mx

Arte digital: Marcela Ferra Rosales
concienciadiamante@yahoo.com.mx

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